Remolino para una excelente calidad de sonido
La música hace feliz a la gente en un momento y puede hacerla llorar al siguiente. Puede llevar a la gente a rendir al máximo en el deporte o provocar ansiedad. Pero lo que la música nunca hace es dejarnos fríos. Y la guitarra evoca más emociones que prácticamente cualquier otro instrumento. Ya sea alrededor de una hoguera o en un concierto de rock en un estadio, el funcionamiento de las guitarras es siempre el mismo. Schaller GmbH, con sede cerca de Núremberg, lleva más de 75 años ocupándose del funcionamiento de este instrumento punteado. Durante este tiempo, la empresa se ha convertido en líder del mercado mundial de piezas para guitarras. Con maquinaria moderna, el equipo dirigido por el director de planta Dominik Weininger tornea y fresa los componentes precisos necesarios para producir una excelente calidad de sonido. También confía en el sistema de torbellinado con refrigeración interna de la empresa Paul Horn GmbH, con sede en Tubinga.
Una parte central del cabezal de la máquina es el tornillo de ajuste con rosca helicoidal. La jefa del departamento de torneado y fresado CNC, Nicole Gawatsch, vio en esta rosca un potencial de mejora. "Antes fresábamos la rosca helicoidal con una fresa lateral. El tiempo de mecanizado necesario era demasiado largo para nosotros y a menudo teníamos que coger la pieza y volver a sujetarla a mano", explica Gawatsch. "Conocimos el torbellinado por chorro con refrigeración interna de HORN en la AMB 2018 e inmediatamente nos pusimos en contacto con nuestro representante de ventas de HORN", continúa el director de planta Weininger. Rápidamente siguieron las conversaciones iniciales con HORN sobre el nuevo sistema de torbellinado y el inicio del proyecto.
"La unidad de torbellinado lleva más de un año funcionando 24/7 en la máquina. Estamos muy satisfechos con el sistema de herramientas", afirma el jefe de planta Weininger. El éxito del cambio en el proceso se refleja también en el tiempo de procesamiento. Antes, Gawatsch necesitaba aproximadamente un minuto para fresar la rosca helicoidal. El torbellinado convencional requiere 40 segundos. "Con el torbellinado refrigerado internamente, hemos reducido a la mitad el tiempo de mecanizado a sólo 20 segundos por componente. Dado el increíble número de componentes que procesamos cada año, se trata de un ahorro enorme", explica Gawatsch. Además de la reducción del tiempo de mecanizado, la calidad de la superficie de los componentes acabados también ha mejorado considerablemente. Además, la vida útil de las plaquitas intercambiables se ha multiplicado varias veces.
